El presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, aseguró ayer que la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de volver a imponer aranceles contra el aluminio y el acero proveniente de la Argentina, le “pega muy fuerte” a esa empresa, y cuestionó al Gobierno de Mauricio Macri por “inoperancia” en su política exterior.
“Más allá de las repercusiones que va a tener esto en lo comercial y económico para nosotros, lo que pega más fuerte es la absoluta inoperancia que hemos tenido en una serie de manejos de cómo llevar la relación comercial internacional”, sostuvo el empresario.
Madanes Quintanilla resaltó que la decisión de Estados Unidos “no es cosa de un rayado; hay detrás una estrategia que se lleva a cabo hace tiempo”.
A su criterio, en el Gobierno argentino “hay una mala lectura del problema que se está enfrentando. Estos contratiempos hay que tomarlos desde el lado de la política exterior, desde el punto de vista diplomático, y cuando va dirigido a un sector en particular, hay que ver también qué pasa con la política económica general”.
El empresario le reprochó a Macri que “hace dos años nos exceptuaron y nos dormimos en los laureles”. “Fue por la manera de mirar al mundo y la geopolítica y no entender cómo se mueve la principal potencia del mundo. Esto muestra la preocupación sobre la relación entre nuestros países y China”, sintetizó.
Con un arancel del 10%, el aluminio queda fuera de juego. Las exportaciones desde Aluar a EEUU representan el 50% de sus embarques, el 40% de su producción y en dinero significa unos US$ 500 millones.
La decisión
Ayer, el presidente de EEUU anunció que restituirá las tarifas a las importaciones de acero y aluminio de la Argentina y Brasil por la fuerte devaluación que han sufrido el peso y el real. El impacto no sólo golpea a la Argentina en términos del intercambio comercial y productivo, sino también desde el punto de vista de la necesidad de dólares por la llamada “restricción externa”.
“Brasil y Argentina han estado presidiendo una devaluación masiva de sus monedas. Lo cual no es bueno para nuestros agricultores. Por lo tanto, con vigencia inmediata, restableceré las tarifas de todo el acero y aluminio que se envíe a EEUU desde esos países”, confirmó Trump a través de Twitter. Apuntó que la Reserva Federal “debería actuar para que los países, de los cuales hay muchos, ya no aprovechen nuestro dólar fuerte al devaluar más sus monedas”.
En medio de la guerra comercial con China, Trump había sacudido el mercado mundial al establecer en marzo de 2018 aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio. Sin embargo, dos semanas después, estableció una exención para Argentina, Brasil, Corea del Sur y la Unión Europea.
Ahora, al parecer, la imposición de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio para Brasil y Argentina sería un doble mensaje, tanto para el brasileño Jair Bolsonaro como para el presidente electo, Alberto Fernández. La Casa Blanca viene justificando estas medidas en la necesidad de “blindar y reconstruir” la industria metalúrgica, vital, según el argumento oficial, para la seguridad nacional.
En tanto, la Cámara del Acero solicitó al Gobierno argentino que arbitre los medios para revertir la situación, que “perjudica la producción siderúrgica argentina y al empleo local”. Y recordó que las exportaciones siderúrgicas de alto valor agregado ya están afectadas por la eliminación de reintegros de exportación (del 4% al 6%) desde agosto de 2018 y por la imposición de retenciones a los bienes industriales de $ por dólar exportado desde septiembre de 2018. (Ambito/iProfesional/Clarín)